Sí, soy Bruno, el que ha forjado en bronce un reino de seres libres y felices que aman los placeres lúdicos, recreaciones de Buda que cobran vida cuando son acariciados y alimentados con maná. También me llamo Norman y soy mecenas, visionario, buscador de tesoros, revelacionista y miope. Eso hace que mis ojos se vean siempre como en un ensueño vibratorio y miren lo que otros no pueden ver.